Paola Amador, la única sobreviviente del accidente aéreo en Escazú tuvo miedo de morir por el frío en la montaña donde estuvo este lunes por más 16 horas, mojada, herida y sola.
Su abuelito, Gerardo Segura entró a verla al hospital San Juan de Dios y ella le dijo que tuvo mucho frío durante el tiempo que estuvo allí.
Según reveló, su nieta solo tiene unos leves golpes en la frente, labios, hombro y piernas, pero ninguno sería de gravedad.
“Ella tiene un golpecito en la cabeza, son golpecitos leves, tiene un golpecito en la frente, en los labiecitos, en un hombro y en una pierna”.
Tiene golpes que son leves, tiene la cara un poco inflamada, pero sí fue un milagro como dice la gente”, reveló don Gerardo.
Paola fue la única sobreviviente del trágico accidente aéreo ocurrido ayer en el cerro Pico Blanco.
De momento permanecerá internada, mientras se le realizan análisis para descartar cualquier lesión de gravedad.
Es sorprendente teniendo en cuenta el mecanismo de trauma y en un accidente aéreo donde fallecieron personas alrededor de ella. Ver en la condición en la que ella llegó uno siempre se prepara para lo peor, teniendo en cuenta esos antecedentes de que puede llegar con lesiones que comprometieran su vida en forma inmediata y gracias a Dios no fue así, entonces, verla en un estado clínico estable a pesar de haber sufrido un accidente de ese tipo, pues sí, realmente es sorprendente y definitivamente pensar que hubo intervención divina pues yo creo que hay que considerarlo claramente, no podemos descartarlo, explicó el doctor Miguel Ángel Villalobos, jefe de Emergencias del hospital.
El suceso cobró la vida de 5 personas, 3 de las cuales eran compañeras de trabajo en una empresa del sector turístico.
Los cuerpos de emergencia trabajaron casi 18 horas para lograr llevar hasta el Hospital San Juan de Dios a esta mujer de 31 años que se mantiene en observación.
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Mauricio León